El papel del activista:
El papel del activista es movilizar a una comunidad para que aumente su fortaleza y su auto suficiencia.
Más concretamente, esto implica:
- Convocar reuniones comunitarias a fin de:
- informar correctamente a todos sus miembros en cuanto a la autosuficiencia de la comunidad
- preparar y organizar el suministro de todos los medios (materiales y humanos) precisos para las actuaciones comunitarias
- Estimular a los miembros de la comunidad a participar en las actuaciones encaminadas al desarrollo que dicha comunidad desea emprender.
- Comprometerse en actividades que promuevan el incremento de la eficacia, capacidad, autosuficiencia y fortalecimiento de la comunidad.
- Asegurarse de que toda información es exacta y se interpreta correctamente.
- Contrarrestar activamente toda información falsa, en especial las que pueden crear expectativas poco realistas y causar luego decepción y desaliento.
- Alentar y elogiar a los miembros de la comunidad, reiterando que tienen la capacidad para desarrollarse por sí mismos.
- Asegurarse de que cada decisión sobre las actividades que la comunidad emprende es elección del conjunto de sus miembros, y no de unos pocos (los más poderosos) líderes de esta comunidad.
- Asegurarse de que en las decisiones comunitarias se escucha a los más débiles, incluyendo mujeres, jóvenes, discapacitados, minorías étnicas, enfermos o los que no tienen derecho al voto.
- Promover y alentar la unidad entre los miembros de la comunidad, unidad de intención, unidad de metas. Hacer frente activamente a los prejuicios que provocan desunión: intolerancia, racismo, sexismo, favoritismo, sentimientos de tribu, casta o clase.
- Reunirse frecuentemente con otros activistas para compartir experiencias, resolver en común problemas habituales y mejorar las técnicas de animación y dirección de las comunidades.
- Ayudar a la formación en técnicas de gestión comunitaria a los líderes y miembros de la comunidad.